2/10/20

Introducción al curso

Lo que empezó siendo un blog para alumnos después de algunos años ha trascendido la frontera y se ha convertido con casi 150 mil visitas en una fuente de consulta de alumnos y profesores argentinos y latinoamericanos. Por eso el año que comienza será uno de renovación para este medio. Cada aparatado tendrá más y (espero) mejores comentarios, más anexos y lo que sea necesario para desde mi punto de vista intentar mejorar la comprensión de cada tema.

Con esta idea, las líneas que siguen aparecen como una introducción del curso sobre “Historia del pensamiento económico” que se dicta en el Ciclo Básico Común de Avellaneda de la Universidad de Buenos Aires.

Economía, dice el diccionario (una especie de libro que tenía todas las definiciones y que en esta  época ha entrado en desuso), es administrar organizadamente recursos y bienes. Las ideas económicas tratan justamente de cómo se administran de manera organizada dentro de una sociedad aquellos bienes y recursos. Pero estas ideas, por sí mismas, no tienen vida sino que aparecen siempre como productos de una época en un lugar. Intentar, por tanto, entender las ideas económicas implica necesariamente asomarse también a la historia.

Primer punto.  Este curso respeta una evolución cronológica. Estudia el pensamiento económico y las principales doctrinas encarnadas precisamente en la historia. Por esto mismo, estudiar esas ideas sin referir a sus contextos resultaría un ejercicio inútil. Las ideas económicas no son ajenas al contexto en donde se desenvuelven. De modo que así como se vuelve relevante entender cada una de las doctrinas resulta importante también comprender su entorno, el ámbito de su desarrollo e implementación porque en definitiva esas ideas económicas tienen como propósito último aplicarse políticamente en un contexto histórico determinado. Por lo tanto, un intento serio de comprensión de la economía nos conduce a la política de cada momento lo que implica asociar esta disciplina con otras ciencias sociales como la historia, la política, las relaciones internacionales y, porque no, la sociología.
Además cada una de estas ideas y contextos se van sucediendo históricamente y tampoco pueden verse como hechos aislados o compartimentos estancos. Por ejemplo, para entender las ideas de Keynes resulta imprescindible avanzar sobre la crisis del ’30 y la Gran Depresión de esos años pero necesariamente debemos identificar también el desarrollo del pensamiento neoclásico previo al keynesianismo que no pudo prever una crisis general de la economía porque entre otras cosas no se encontraba contemplada en esos parámetros aquella posibilidad.

Segundo punto. La economía constituye una ciencia social no una ciencia dura y como ciencia tiene nombre y apellido. Economía es su nombre y Política su apellido. Hace tiempo cada curso sobre economía era de economía política y muchos de los libros de los autores clásicos referían justamente a esa terminología (“Principios de economía política y tributación” de David Ricardo-1817-, “Principios de la economía política” de Thomas Malthus -1820-, “Principios de economía política” de John Stuart Mil -1848-, etc.).  La misma UBA tuvo en sus comienzos cursos de Economía política. El primero en 1823. Lo cierto es que así como la economía constituye una ciencia humana con aplicación histórica se encuentra personificada por hombres con pensamiento propio e ideas que son personales, subjetivas y que fijan una determinada posición política. La participación o no del Estado en la economía, la posición del mercado, su rol y regulaciones, el vínculo de la economía con la sociedad, su impacto, la influencia de los modelos económicos en el desarrollo de los países representan temas económicos pero también políticos que rondaran cada una de nuestras clases.

Tercer punto. Este curso intentará no solo entender las épocas y los contextos, desarrollar las ideas principales de cada teoría y descubrir así los principales debates económicos sino también descubrir como aquellos debates históricos siguen vigentes y se presentan cabalmente en la sociedad actual. No solo como decíamos se debate históricamente sobre el rol del Estado en la economía sino también sobre la distribución económica y social de la riqueza en la sociedad y los sectores que la llevan adelante. Nuestra intención es acercar aquellos debates a nuestra propia realidad nacional e internacional para hacer vivo y presente aquellas ideas y discusiones.

En suma, entender los contextos, saber que las doctrinas son hijas de la época, comprender a la economía como una ciencia política y acercar sus debates a nuestra actualidad serán pilares esenciales del curso que emprenderemos este cuatrimestre y comprender estas premisas será entender mejor el espíritu formativo que en libertad anima a esta cátedra de la Universidad pública en la Argentina.

1/8/20

El pensamiento económico de la CEPAL

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) fue establecida por la resolución 106(VI) del Consejo Económico y Social, del 25 de febrero de 1948, y comenzó a funcionar ese mismo año. En su resolución 1984/67, del 27 de julio de 1984, el Consejo decidió que la Comisión pasara a llamarse Comisión Económica para América Latina y el Caribe.


La CEPAL es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas y su sede está en Santiago de Chile. Se fundó para contribuir al desarrollo económico de América Latina, coordinar las acciones encaminadas a su promoción y reforzar las relaciones económicas de los países entre sí y con las demás naciones del mundo. Posteriormente, su labor se amplió a los países del Caribe y se incorporó el objetivo de promover el desarrollo social.



A comienzos de los años ’60 fueron convergiendo en ese espacio diversos economistas con una visión común: explicar porque América Latina vivía en el subdersarrollo y cuales podrían ser las claves para poder salir de esta situación que tenía como consecuencia social dramática a la pobreza y la indigencia de gran parte de los ciudadanos del continente.



Algunos de aquellos economistas fueron el argentino Raúl Prebisch y los brasileños Enzo Faletto y Fernando Henrique Cardoso. Su pensamiento y sus conclusiones significan un gran aporte a la historia del pensamiento económico ya que significa una elaboración autóctona de un problema local como lo era, y lo sigue siendo aún, el subdesarrollo de la región.



Su visión general de la problemática, su concepto de deterioro de los términos de intercambio, su análisis respecto de las diferencias entre las economías de centro y las de la llamadas por ellos “periferia” representan aspectos destacados en sus análisis que explican el porque esta corriente de pensamiento ocupa un rol destacado en nuestro curso..



Raul Prebish